Hermanos, estoy orando por Uds. Estoy pidiendo al Señor Jesucristo que les ilumine la mente y el corazón para que entiendan las promesas de Jehova –anunciadas a Abraham y exemplificadas en la vocación a Moises y al pueblo de Israel. Aunque su fe fue incompleta y fallaron, Jehova cumplio su parte. Por esto estamos hoy delante del Pentateuco por causa de Jesucristo.
Jesus es nuestra vida (Deut. 30:20; Jn 11:25; Col. 3:4). Esforcémonos para ser santos y conformarnos a su voluntad. Permitamos a Dios que use las palabras tan antiguas para examinar nuestras vidas y circuncidar nuestros corazones (Deut. 30:6).
¿Por qué no leer todo Deut 30 antes de completar el examen?