Ojalá que esta semana puedan terminar de leer el Pentateuco por lo menos hasta terminar de leer el libro de Números. Así les quedará tiempo para leer Deuteronomio con cuidado.
Pienso que hemos avanzado bien en la tarea de ubicarnos en relación al texto de la Palabra de Dios que se encuentra en los primeros cinco libros de la Biblia. En el Pentateuco , después de haber creado el cielo y la tierra, el Señor continua activamente involucrado en su creación. Tiene una misión a cumplir y la va dando a conocer en diversas situaciones de destierro, a diversas personas y de diversas formas. La declaración más clara de la misión de Dios es la que hace a Abraham en Genesis 12:1-3 en la cual dice que va a bendecir a todas las familias de la tierra por medio de la descendencia de Abraham. Vuelve a repetir esta promesa en Genesis 17:4-8, esta vez enfatizando al viejo migrante Abraham que tendrá un hijo y que sus descendientes se establecerán en esta tierra.
El Pentateuco, así como el resto de la Biblia, es sobre cómo el Señor cumple esta promesa, a pesar de que los hijos de Abraham le resistan y se opongan a él en cada momento.
Así nosotros. Yo entré a esta clase con el corazón abierto, habiendo reconocido que el poder dedicarme a la lectura de estos libros con Uds., es algo que Dios quiere usar para revelarse en mi vida. E igual que los hijos de Israel, cuando eran esclavos en Egipto, me alegré al principio y me abrí a Dios. En el camino me encuentro con que tengo tres reacciones contrarias a mi apertura inicial y muy parecidas a las de los esclavos: 1) ya sé vivir como esclavo, 2) Resisto a creer que Dios me usará 3) Me opongo con acciones y pensamientos pecaminosos. Pensé que tenía el corazón abierto y de pronto me doy cuenta de que estoy mucho más cerrado a Dios que lo que merece.
Ante mi débil fidelidad, me anima que la historia del Pentateuco no es sobre la fidelidad de los patriarcas ni del pueblo de Jehová. Es sobre la insistente fidelidad de Dios y sobre el propósito que a Dios le motiva. Jehová ha decidido que va a ganar una reputación entre todas las naciones, por medio de ellos, quieran o no.
Y, así resulta que se vuelve a usar el texto del Pentateuco vez tras vez en el resto de la Biblia. El Pentateuco reaparece muchas veces justamente porque la Biblia es la historia de cómo Dios termina lo que ha iniciado en el Pentateuco. El Pentateuco produce el lenguaje con que se puede hablar del programa de Dios. Muchas veces se usa de forma diferente para decir o hacer algo diferente, a veces contrastando con la forma en que se hicieron las cosas en la historia de los Patriarcas y de la liberación y migración del Pueblo de Dios. Las diferencias y cambios entre lo que está escrito en el Pentateuco y la forma en que los mismos temas aparecen cambiados en el Nuevo Testamento son las indicaciones de que Dios sigue creando y produciendo algo nuevo, inédito, basado en lo que ha prometido y comenzado. A nosotros nos cabe leer con cuidado para entender qué ha cambiado y para participar con él en los cambios que todavía quiere realizar.
¡Hasta mañana!